lunes, 7 de diciembre de 2009

Humo, esmaltes y otras historias

El cielo había estado nublado toda la mañana, pero quejarse de las pocas gotas de lluvia que caían en esa tierra era un sacrilegio que no aceptaba ni el más renegado de la ocupación de nuestros ancestros. Las baldosas estaban mal puestas, el tráfico mal organizado, pero después de meses sin beber agua del grifo por el evidente sabor a cieno que había dejado la sequía, todos aguantaban con alegría y un ligero resquicio de resignación odiosa que cualquier señora bajita les diera con una varilla del paraguas en la sien. Salió de su portal y el mecánico del taller de abajo le dijo un piropo. No le gustaba en absoluto, pero no sabía por qué le resultaba inevitable tener sueños eróticos con él en esos viente minutos de siesta que le sabían a gloria. Se subió al coche, esa tarde le tocaba el bueno, bajó la ventanilla para que el humo del cigarro que sostenía entre los labios se impregnara lo menos posible en los sillones. Cuando la llave tocó el contacto sonó la canción que su hermano había dejado a medias... "Hold on I´m comin". Se sonrió, le encantaba, y se miró en el espejo retrovisor, estaba guapa. El tratamiento de crecimiento de pestañas había funcionado y el dolor que sentía cuando se apretaba la cintura era una reminiscencia del vino que ayer se había tomado con sus amigas, esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena. Ninguna mamá en el Jeep de su marido se interpuso en su camino y, en el semáforo de la esquina de aquel colegio de monjas, salió el sol.
Las horas de la tarde se le fueron entre Decretos y una absurda fijación con el esmalte encarnado de sus uñas. Cuando regresó pudo aparcar, sorprendentemente, en la segunda vuelta que dió a la manzana. Seguía sintiéndose bien, y tenía una estupenda lectura en la mesilla de su cama, y seguían gustándole sus pestañas y el ser tan ególatra; seguía sin soportar las faltas de ortografía y los errores de expresión, en cambio, seguía encantándole el olor a crema antiarrugas que desprendía su madre por las noches.

No hay comentarios: